La Colonia Tovar  es una ciudad ubicada a 42 kilómetros al oeste  de la ciudad de Caracas,  perteneciente al estado Aragua, a una altura de 1700 metros sobre el nivel del mar. Fue fundada en 1843 por inmigrantes provenientes de Alemania  y  Holanda.

La ciudad nace como una necesidad planteada por el gobierno del General José Antonio Páez, quien sugirió en el año 1840 ubicar a los inmigrantes provenientes  de Europa  en ciudades satélites para destinarlas al desarrollo de la agricultura,  los alemanes fueron ubicados en Tovar  gracias al su clima ideal para el establecimiento de  los colonos  europeos provenientes de las zonas vinícolas del gran Ducado de Baden que posteriormente fue anexado al país Alemán. Los artífices de la instalación de los alemanes en Tovar fueron Agustín Codazzi ingeniero militar y geógrafo representante del gobierno venezolano, conjuntamente con Alexander Von Humboldt  quien fue: geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador prusiano. Las tierras fueron donadas por Manuel Felipe Tovar y la empresa colonizadora estuvo integrada por Agustín Codazzi, Ramón Días y Martín Tovar Ponte, quienes seleccionaron esta prodigiosa tierra con un clima parecido a la ciudad de Kkaiserstuhl de donde provenían la mayoría de los inmigrantes alemanes, 391 personas: 240 hombres y 151 mujeres, que partieron hacia Venezuela en 1842.

Ya para la década de los sesenta (1960) se concretan las aspiraciones iniciales de convertir a la Colonia Tovar en un verdadero emporio agrícola, con un gran desarrollo turístico que ha sido el atractivo de propios y extranjeros.

Hoy en día mantiene la arquitectura y la cultura que heredaron de sus fundadores. La Colonia Tovar goza de un excelente clima templado que favorece los cultivos propios de  este clima. En especial se dan muy bien las fresas razón que la acredita como tierra de fresas.

La producción de fresas es un emblema propio de la región, en consecuencia el cuido  y esmero en su plantación y cosecha son orgullo de sus pobladores. Las fresas se siembran a partir de semillas cuidadosamente seleccionadas  en semilleros hasta que la planta alcance unos 10 ó 20  centímetros para luego ser transplantadas en tierra abonada con conchas de arroz para oxigenar la tierra, agregando también  fertilizantes químicos. Las fresas se recolectan dos veces por semana cuando ya han alcanzado su maduración y cada tres meses se poda la planta  luego  para comenzar otro ciclo de reproducción, se repite el proceso  hasta que la planta pierda su vitalidad  cuestión que suele ocurrir un año después del inicio del cultivo.

Luego de recolectadas las fresas son empacadas y distribuidas para su consumo a nivel nacional. También son utilizadas en la elaboración de mermeladas, batidos y las infaltables fresas con crema las preferidas por los turistas que visitan la región.

Las fresas son también utilizadas para la elaboración del rico vino de fresas, que se elaboran con un proceso igual al de la fabricación del vino de uvas. El proceso es totalmente artesanal, que dura aproximadamente unos cuatro meses  comienza  con la selección de la fruta, la elaboración del mosto, la fermentación, destilación y embotellado. El sabor y aroma son exquisitos razón que obliga a su consumo como producto que se sirve en las verbenas y fiestas familiares de los colonos y visitantes.

La principal productora de estos vinos  es la fábrica artesanal Müssle  Wein, fundada en el año 2006. Sus dueños han mantenido las tradiciones en la fabricación de estos vinos tomando en cuenta la herencia de sus antepasados alemanes, ofreciendo excelentes productos caseros de sabores, aromas y colores inigualables.

Además de las fresas podemos encontrar excelentes duraznos, remolachas, zanahorias, repollos, acelgas, coliflores, papas, cebollín y otras hortalizas,  frutas y flores.

Otro aspecto que atrae diversos grupos de turistas a esta ciudad son el trato amable de su gente y la fabricación artesanal de buenas cervezas, mermeladas, confites y embutidos.

La hotelería es de primera existiendo también acogedoras posadas y restaurantes que sirven la exquisita comida típica alemana, en donde no pueden faltar las famosas salchichas acompañadas con repollo agrio y papas al vapor, marinadas con cervezas de la región.

Además de las fresas se pueden encontrar variedades de duraznos, en la actualidad se producen suficientes  para abastecer el mercado local y gran parte del mercado nacional, los excedentes se exportan a Curazao y Colombia.

Valdría  la pena visitar a esta región acogedora en todo los sentidos, frutas flores, gastronomía de primera, hoteles y posadas impecables, vinos y cervezas artesanales y lo más importante su gente amable y hospitalaria.