Hay un proverbio musulmán que reza “el que sacie su estómago con melones se llenará de luz”, en referencia a todos los beneficios que aporta el melón a la salud y la nutrición. Por ser una fruta con alto contenido acuoso (alrededor de un 80%), es perfecta para comer durante el verano, época en la que también se produce en mayor cantidad.
Su alto contenido de agua también hace del melón una fruta muy escasa de calorías, ideal para los regímenes alimenticios que buscan la pérdida de peso. De igual forma, esta fruta preciada en todo el mundo, no aporta colesterol a nuestros valores en sangre, pero sí que aporta vitaminas como la A, B, C y D, así como el fósforo, el hierro, el magnesio, el calcio y el potasio.
Para los intolerantes a los cítricos, el melón es una excelente opción para llenar las reservas de vitamina C, que luego es procesada por nuestro organismo en forma de colágeno, lo que ayuda a mantener sanos la piel, el cabello y los huesos. Asimismo, es rico en betacarotenos y antioxidantes.
En Venezuela, por lo general se consume una sola variedad del melón, que es la denominada Cantaloupe. Lleva este nombre por provenir de una localidad italiana homónima. Actualmente es consumido en América, África, la India y el Medio Oriente. Esta es la tradicional variedad del melón, con una pulpa color salmón o naranja pálido muy dulce, una cáscara de color verde y bastante rugosa, así como una forma poco ovalada.
Es ampliamente utilizado en la cocina para incluirlo en platillos como el desayuno o los postres, puede consumirse como acompañante de platos tanto dulces, como salados, o en la preparación de deliciosas y refrescantes bebidas.
A pesar de sus amplias bondades, el melón cantaloupe también puede coexistir en el mercado con otras variedades poco o nada conocidas en Venezuela, que se quieren incluir en la siembra y el cultivo por productores visionarios. Algunas de estas variedades en semillas certificadas las podrás encontrar online en la web de Zona Agrícola:
Melón Tendral
Se caracterizan por tener una piel bastante gruesa y rugosa de un color verde muy oscuro, por lo que puede ser muy resistente para la conservación fuera y dentro del refrigerador. El tipo tendral, tarda un poco más que otras variedades para llegar a su punto de maduración. Asimismo, la planta de donde proviene no es tan productiva a nivel de cantidad de frutos, pero sí es muy fuerte y resistente al clima o a plagas.
Melón Piel de sapo
Posee una forma alargada, con una corteza rugosa, de color verde con algunas manchas oscuras, lo que le da el nombre de “piel de sapo”. La pulpa de este tipo de melón es de color amarillento, casi blanco, con un sabor muy dulce y alto contenido de agua. Así como el tipo tendral, este melón también se conserva bien una vez que es arrancado de la planta, la cual crece bastante amplia, por lo que exige un buen espacio para su cultivo.
Melón Rochet
Son melones de tamaño medio y de forma alargada. La mayoría de los ejemplares pesan en promedio entre 1,5 y 2 kilogramos. Su piel es lisa y de color verde y su carne es amarillenta con gran sabor dulce. Esta variedad es la que menos se conserva luego de ser separada de la planta donde creció, aunque en líneas generales, el melón en cualquiera de sus variedades tiene mayor duración que otras frutas tropicales.
Melón Blanco
Se caracteriza por ser de tamaño grande (de 3 a 4 kilos). Tiene una piel blanca con algunos surcos alrededor de su forma ovalada. La pulpa de este melón es de color blanco con cierta incidencia del verde, posee un sabor muy dulce y un gran aroma. Su cultivo se da mejor durante la época más caliente del verano.
Melón Amarillo Canario
Este melón tiene origen persa y se distingue por tener una concha muy amarilla similar al color de las plumas de un canario. Son de forma ovalada y cuando alcanzan la madurez su color se torna aun más brillante. La textura de su carne es ligeramente dulce y muy refrescante y es ampliamente usado en sopas frías y ensaladas, mezclándolo con la menta o la hierbabuena para intensificar su sabor.