La pesadilla de cualquier productor agrícola, son las plagas y enfermedades que puedan azotar sus cultivos y dejar sin efecto meses y meses de trabajo arduo invertidos en la germinación, la siembra y el cuidado de sus plantaciones. Por eso es indispensable tener conocimientos acerca de los problemas que puedan presentarse en sus campos, según el rubro con el que estén trabajando.

Este conocimiento lleva a aplicar controles y manejos adecuados, permitiendo al productor no tener pérdidas excesivas y además dar la certificación de calidad sanitaria de sus productos, lo que puede abrirle las puertas a muchos mercados locales, inclusive a nivel de exportación.

En el caso del tomate, hay diversas afecciones que pueden dañar un cultivo entero, como es el caso de las plagas de insectos o de ácaros o las enfermedades bacterianas, virales o producidas por hongos. Cualquiera sea el causante de la patología que afecta el tomate, se puede hacer un manejo correcto de la situación si se detecta a tiempo, identificando las características de cada uno.

En Zonagrícola, te explicaremos de qué se tratan las enfermedades fungosas como lo son el Fusarium y el Verticilium, que pueden arrasar rápidamente con una cosecha entera si no se toman precauciones en la siembra.

Fusarium

Esta enfermedad lleva este nombre gracias al hongo que la causa, cuyo nombre científico es Fusarium oxysporum f.sp lycopersici. Perteneciente a la clase deuteromycete, el cual posee células de paredes engrosadas que se comportan como estructuras de resistencia llamadas clamidiosporas.

Esta enfermedad se encuentra distribuida por todo el mundo, afectando los cultivos de tomate especialmente, aunque también puedes atacar otras especies. En el 2006, China era el mayor productor de tomate en el mundo con 31,6 millones de toneladas al año y en segundo lugar se encontró Estados Unidos, con 12,7 millones de toneladas, cultivos que también se han visto afectados por el hongo fusarium.

El daño que realiza al cultivo, tiene que ver con secar la planta, afectando directamente el sistema vascular. Los síntomas de alarma comienzan a manifestarse cuando en las hojas inferiores de la planta se produce un amarilleo que se va extendiendo a otras zonas vecinas. Asimismo, estas hojas que progresivamente se van secando, permanecen adheridas a la planta, impidiendo que crezca una nueva o se regenere.

Este secado sistemático del fusarium, termina por marchitar toda la planta del tomate, afectando radicalmente su producción. A este hongo le favorecen las temperaturas cálidas superiores a los 23° centígrados, con una alta humedad relativa, por lo que en las horas más calurosas del día, actúa marchitando cada vez más la planta.

Cuando se realiza un corte del tallo de una planta de tomate afectada por el fusarium, se puede observar un oscurecimiento hacia tonos marrones del sistema vascular, debido a la muerte de este en las principales raíces y en el tallo.

Comúnmente la diseminación del fusarium se produce a través del suelo, por lo que se recomienda para poder reducir el patógeno, la rotación constante de variedades cultivadas en el mismo lugar. De igual forma, se puede trasladar a otras plantaciones, mediante la acción del viento, por el trasplante de matas enfermas y hasta por el uso de las mismas herramientas que se hayan contaminado con el hongo.

Para ello se recomienda además de la rotación de cultivos, la eliminación de todas las plantas enfermas y de todos los restos que estas hayan dejado, así como la desinfección de todas las herramientas y materiales de trabajo. También es importante el uso de semillas certificadas de variedades resistentes a este tipo de hongos, y el control químico preventivo a los cultivos de tomate.

Verticilium 

Llamada así por el hongo Verticilium dahliae, causante de esta enfermedad que también se transmite a través del suelo y que además del tomate puede afectar otros cultivos como la papa, la fresa y la berenjena. Esta patología produce una disminución importante del rendimiento de la planta, así como del tamaño de los frutos, pudiendo llegar incluso a marchitar los tomates una vez que han crecido.

El hongo del verticilium es altamente resistente, pues puede soportar condiciones extremas de temperatura y humedad, pudiendo llegar a vivir entre 12 y 14 años en el mismo lugar, aferrados también a la maleza que pueda haber alrededor de la plantación, donde hará su reservorio natural.

Los síntomas y tratamientos son prácticamente iguales al del fusarium, por lo que se debe hacer un análisis en laboratorio para determinar que realmente se trata del verticilium.