La patilla es una fruta originaria de África, con amplia aceptación en el mercado mundial por su agradable sabor dulce y por representar una rica fuente antioxidantes, vitaminas y minerales que mantienen a raya las enfermedades degenerativas con el complemento de una dieta balanceada y hábitos saludables. En España la patilla, también conocida como sandía, melón de agua o watermelon, tiene el mayor rendimiento de la producción mundial de acuerdo con cifras actualizadas al 2017 de la FAO, con un total de 4,78 kilogramos de sandía por metro cuadrado de cultivo.

Muy de cerca en este ranking le sigue Marruecos, en tercer lugar Grecia, luego Corea del Sur y en quinto lugar el gigante de China, a quien corresponde el título del mayor productor del mundo de sandía, pues de los más de 11 mil millones de kilos de patilla que se han producido en el mundo, tres cuartas partes corresponden a China, con 74 mil 843 millones de kilos y 1 millón 852 mil 300 hectáreas cultivadas.

La patilla o sandía es un cultivo altamente deseado en épocas de verano para su consumo y también para propiciar el crecimiento del fruto, pues la plena exposición al sol, los suelos bien abonados y el poco riego es ideal para su desarrollo, en climas mediterráneos suelen iniciar su siembra entre los meses de marzo y abril, mientras que en las zonas continentales como Venezuela, el proceso se inicia entre abril y mayo, para que aproximadamente cuatro meses después se puedan recolectar las patillas cuando hayan alcanzado un peso aproximado de 6 kilos dependiendo de su variedad.

Y son esas mismas variedades de patilla que existen en el mundo que vamos a conocer a continuación, pues a pesar de que todas son muy refrescantes y de un sabor excepcional, su forma, tamaño, peso y hasta la duración de su cosecha pueden variar de una especie a otra.

Sandía Meridian

Produce patillas de gran tamaño con un peso final entre los 6 y 9 kilogramos. El fruto es de una forma ovalada y su carne es de color rojo intenso con gran sabor dulce. Tienen poca cantidad de semillas, aunque no lo suficiente como para ser muy deseada en la industria gastronómica.

Sandía Sugar Baby

Se distingue mucho de las otras variedades por sus características físicas, pues es mucho más pequeña y redondeada. Sus frutos pueden llegar a pesar entre 4 y 5 kilos máximo, su piel no tiene las características rayas verdes que reconocemos en las patillas, por el contrario, es de un verde muy oscuro y casi uniforme. En su interior su pulpa es muy azucarada y con pocas semillas. Es una variedad muy usada en climas un poco más templados por poder soportar un desarrollo en temperaturas de hasta 10° centígrados.

Los cultivos de la sandía Sugar Baby son altamente productivos y su ciclo es más corto que el tradicional en el que esperamos cuatro meses para la recolección. Una desventaja para su manejo es que deben ser tratadas con cuidado para el transporte y almacenamiento, pues tienden a romperse con facilidad.

Sandía Klondike

Es la variedad más conocida de patilla, sobre todo en Venezuela, pues su distribución llega a todo el país y se puede conseguir con facilidad en todos los mercados. Su característica principal es su gran tamaño y su robustez, pues un solo fruto puede fácilmente llegar a pesar 10 kilos o más. Su piel tiene las rayas verdes irregulares sobre otro tono de verde más claro y su carne en el interior es dulce y muy crujiente. 

Tiene abundancia de semillas pequeñas anidadas en su pulpa color rojo intenso, lo que dificulta un poco su consumo, pero igual es la consentida de la gente por su gran tamaño. Es la variedad más resistente a las plagas y las enfermedades, por igual los expertos recomiendan tener un control estricto de desinfección para las plantas.

Sandía Crimson Sweet 

Su piel es de color verde claro con algunas rayas irregulares más oscuras, su forma es más redondeada y también pueden llegar a pesar hasta 10 kilogramos cada fruto. Es característica por ser rústica y muy resistente para el transporte, pudiendo apilar varios frutos para su distribución. Este ejemplar es muy cotizado a nivel mundial por tener un buen desarrollo y buena producción bajo cualquier condición.